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Trump dice que tiene ‘derecho’ a hacer ataques personales contra Harris
El expresidente insinuó que no va a moderar el tono de su campaña, incluso cuando algunos republicanos lo han presionado para se enfoque en los temas políticos.
Reportando desde Bedminster, Nueva Jersey
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Hacia el final de una serpenteante conferencia de prensa el jueves, el expresidente Donald Trump insistió en que tenía “derecho” a continuar con su andanada de ataques personales contra la vicepresidenta Kamala Harris, incluso cuando sus aliados republicanos están presionando para que cambie su tono y haga hincapié en cuestiones políticas.
Trump dijo a los periodistas a las afueras de la casa club de su campo de golf en Bedminster, Nueva Jersey: “Creo que tengo derecho a los ataques personales”, y que tenía poco respeto por su oponente demócrata.
“No tengo mucho respeto por su inteligencia, y creo que será una presidenta terrible”, dijo, y añadió: “La verdad es que ella me ataca personalmente”.
El expresidente dijo que no necesitaba moderar su tono para ganar las primarias republicanas, insistiendo en que ahora llevaba una “campaña muy tranquila”, e incluso una rueda de prensa tranquila. “No he despotricado”, dijo sobre su propia actuación en plena campaña el jueves. “Soy una persona muy tranquila”. Aun así, Trump tachó repetidamente a sus oponentes de “radicales” y “enfermos”.
Su conferencia de prensa de casi 80 minutos pretendía, en parte, mostrar su renovado énfasis en la economía, la inflación y otras cuestiones políticas. A cada uno de sus lados tenía objetos de atrezzo para anticipar ese enfoque: una cesta de la compra que incluía tres galones de leche, siete latas de sopa Campbell’s, al menos tres docenas de huevos y una caja de cereal Cheerios que Trump dijo que quería llevarse a casa.
Pero tanto en su intervención como en la sesión de preguntas y respuestas con los periodistas, Trump alternó sus propuestas para luchar contra la inflación, su acartonada recitación de cifras económicas que utilizó para criticar a Harris y al gobierno de Joe Biden y una serie de otras tangentes de amplio alcance, entre ellas quejas sobre Hillary Clinton, los molinos de viento, los medios de comunicación y la decisión del presidente Biden de abandonar la carrera.
La conferencia de prensa fue uno de varios actos que la campaña de Trump ha celebrado recientemente para tratar de frenar el impulso que Harris ha adquirido tras unir rápidamente a los demócratas en torno a ella como candidata presidencial del partido. Sus principales asesores le han instado a centrarse en la economía, la inmigración y la delincuencia, temas en los que creen que podrá influir en los votantes indecisos.
Pero al igual que hizo en un discurso en apariencia enfocado en la economía en Carolina del Norte la noche anterior, Trump se negó el jueves a ceñirse al guion. Aunque subió al podio con una carpeta que contenía comentarios preparados, a los pocos minutos de su discurso, Trump se desvió hacia los comentarios al margen.
Durante breves periodos, Trump arremetió contra temas como el aumento de los costos de la gasolina, las tasas hipotecarias y la vivienda. Luego, se desvió para criticar al compañero de fórmula de Harris por aprobar un proyecto de ley que hacía que en los baños de las escuelas hubiera tampones. Se lamentó de que “debería haber sido un poco más amable” con Biden en su debate de junio (la actuación de Biden en el debate allanó el camino para que Harris se convirtiera en la candidata demócrata).
Aun así, Trump se ciñó un poco más a sus comentarios preparados de lo que suele hacer durante sus actos, ya que trató de culpar a Harris de las políticas económicas del gobierno de Biden, a pesar de que llevaba años culpando a Biden de los mismos problemas. Trump habló durante casi 45 minutos antes de responder a las preguntas y trató de argumentar a los periodistas que Harris era “una liberal radical de California que malogró la economía, malogró la frontera y malogró el mundo”.
Se espera que Harris exponga el viernes su política económica y solicite una prohibición federal a los precios abusivos de las empresas en los supermercados. Trump la atacó por querer imponer “controles de precios” e insistió en que su plan —del que no tiene detalles— provocaría “escasez de alimentos, racionamiento y hambre”, una afirmación general que no puede comprobarse sin más información.
En un comunicado, James Singer, vocero de la campaña de Harris, dijo que Trump “resopló sobre su oposición a reducir los costos de los alimentos para los estadounidenses de clase media y trabajadora y los costos de los medicamentos recetados para las personas mayores, antes de volver a sus mentiras y delirios habituales”.
Trump volvió a insistir en que frenaría el aumento de los precios impulsando la producción de energía de EE. UU., incluso cuando el país está produciendo significativamente más petróleo crudo hoy que bajo el gobierno de Trump. Dijo que pondría fin a los esfuerzos del gobierno de Biden para luchar contra el cambio climático, al que culpó del aumento de los costos de la energía que, dijo, estaban en el centro de la inflación.
Y Trump dijo que haría de los combustibles fósiles y la energía nuclear los principales esfuerzos para bajar los precios, reviviendo un discurso familiar y exagerado sobre cómo los molinos de viento dejaban “miles de pájaros muertos” y eran una monstruosidad en el campo estadounidense.
“Quiero agua limpia”, dijo Trump. “Quiero aire limpio. Pero no puedes destruir tu país por ello”.
El evento del jueves fue la segunda conferencia de prensa del Trump en dos semanas, ya que él y sus aliados han criticado a Harris por no celebrar una conferencia de prensa y se burlaron de ella por no realizar entrevistas desde que se convirtió en la candidata presidencial demócrata.
Al terminar, Trump volvió a acusar a Harris de esconderse de los periodistas, aunque ha respondido a las preguntas de los periodistas que viajaban con ella. “Creo que es muy incompetente, y no creo que cuando la gente escuche lo que tiene que decir, se lo crea”, dijo.
Los últimos sondeos muestran que Harris está ganando terreno en estados de tendencia electoral incierta, aunque la carrera sigue siendo reñida. Un sondeo del New York Times y el Siena College publicado el pasado fin de semana mostraba que Harris ganaba terreno en Míchigan, Pensilvania y Wisconsin.
Michael Gold es corresponsal político del Times y cubre las campañas de Donald Trump y otros candidatos a las elecciones presidenciales de 2024. Más de Michael Gold
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