¿Recibes medicinas a domicilio? Protégelas del calor extremo

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Cada día, millones de estadounidenses reciben en su domicilio medicamentos de venta con receta. Es una opción práctica, pero el aumento de las temperaturas puede dificultar el transporte seguro y poner a los fármacos en peligro.

Los niveles de temperatura y humedad pueden afectar tus medicamentos durante todo el año, pero la probabilidad de que se produzca un problema es mayor durante el verano. Tanto si estás inscrito en un programa de farmacia de venta por correo como si pides pastillas de venta libre por Amazon, es importante tener en cuenta cómo podrían verse afectados estos compuestos camino a tu puerta.

¿Mis medicamentos de verdad están expuestos a un calor extremo?

Para muchos medicamentos orales, la Farmacopea de Estados Unidos, una organización independiente que establece normas para el suministro de medicamentos del país, recomienda mantener los medicamentos a temperaturas de 68 a 77 grados Fahrenheit (20 a 25 grados Celsius). Y permite un rango de temperatura de 59 a 86 grados Fahrenheit (15 a 30 Celsius) para dar cabida a “excursiones” leves, siempre que la temperatura promedio no supere los 77 grados Fahrenheit o 25 grados Celsius.

La mayoría de las farmacias de venta por correo afirman que sus envases son resistentes a la intemperie. Pero las investigaciones han demostrado que los paquetes a veces pasan más de dos tercios del tiempo de tránsito fuera del rango de temperatura apropiado.

¿Qué medicamentos deben preocuparme?

Los expertos en salud dijeron que los medicamentos líquidos y en aerosol, como los inhaladores, son los más vulnerables a la degradación, ya que la exposición al calor puede provocar la evaporación de líquidos o cambios de presión en los botes.

También puede verse afectada la potencia de muchos otros medicamentos orales, como las píldoras anticonceptivas y las enzimas digestivas.

¿Cómo puedo saber si hay algún problema con mi medicación?

Las cápsulas derretidas y los comprimidos descoloridos son signos evidentes, pero la degradación de los medicamentos relacionada con el calor suele ser invisible a simple vista. Si los consumidores se fían solo de las señales más obvias, podrían pasar por alto un caso en el que la potencia del medicamento ha disminuido, dijeron los expertos médicos.

A menudo, la degradación es evidente solo cuando un paciente que sigue un régimen nota que los efectos secundarios se desvanecen o que las condiciones crónicas empeoran de manera inexplicable.

¿Qué puedo hacer para proteger mis medicamentos?

Para conocer las condiciones ideales de ciertos fármacos, consulta la información de prescripción en el prospecto del medicamento.

Los médicos recomiendan recoger las medicinas en una farmacia local siempre que sea posible durante los calurosos meses de verano, sobre todo si el medicamento es líquido o en aerosol.

Si estás inscrito en un programa de seguros que exige el uso de una farmacia de venta por correo, solicita una excepción durante el verano o, como mínimo, ponte en contacto con el farmacéutico de guardia de la empresa de venta por correo para obtener más información sobre las prácticas de envío y solicitar un envase con temperatura controlada. Deberías hacerlo aunque el medicamento no requiera refrigeración.

“Ejerce cierta presión sobre ellos: ¿Cómo envían la insulina? ¿Qué van a hacer para conservar mi EpiPen?”, dijo Mike Ren, médico de atención primaria y profesor adjunto del departamento de medicina familiar y comunitaria del Baylor College of Medicine de Texas.

Cuando por fin tengas el medicamento en tus manos, dijo, pon algo de tu parte para conservarlo: guárdalo en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa. Si viajas en avión, guarda los medicamentos de prescripción en el equipaje de mano. No dejes nunca los medicamentos en un coche estacionado. Y si notas algún cambio en tu salud que crees que podría estar relacionado con un medicamento debilitado, habla con tu médico de inmediato.

Emily Baumgaertner es reportera de salud nacional para el Times y se centra en problemas de salud pública que afectan principalmente a las comunidades vulnerables. Más de Emily Baumgaertner